REGIÓN / Represa Pao

El embalse cambió de azul a verde

Nadie toma agua ni se da un chapuzón

en la represa del Pao

*** La Alcaldía ha establecido mesas de trabajo para monitorear e informar a la gente sobre los resultados del análisis constante que realiza Hidrocentro

Marbel Moreno / Unica

Texto y Fotos

Represa del Pao, fuente de vida amenazada de muerte

El Pao, 28 de noviembre.- Al final de la Calle Real, en la esquina donde otrora estuvo el Central Yuquero, está ubicado el puesto de Rubén Soto, quien vende las especies que pesca y una yuca “pegadedos” cosechada en la zona. El pescador con un acento de tristeza expresó que cuando se creó el embalse El Pao – La Balsa, se decía que sería un reservorio de agua potable para abastecer a otros estados y así fue, porque actualmente surte a Carabobo y Aragua, “pero lo han descuidado”; ya que en los últimos seis años la represa ha cambiado mucho y hasta la pesca ha ido mermando debido a la presencia de la bora.

Soto manifestó que el espejo de agua es una fuente de vida para El Pao que está amenazada de muerte y aunque parezca irónico, señaló que a veces pasan hasta dos y tres días sin el servicio; el colmo es que hay cuatro rutas que surten de botellones de agua potable a la población, porque la mayoría de los paoenses ya no consumen el líquido que llega a sus viviendas a través de las tuberías, “a duras penas se utiliza para el aseo personal y en los quehaceres del hogar”. 

Por su parte, Jean Carlos Soto, quien también se encontraba en la esquina,  manifestó que desde pequeño se bañaba en la represa pero hace como tres años no lo hace, porque comenzó a sentir un escozor y una especie de erupción en la piel. Él indicó que la coloración del agua ha cambiado, el azul que tenía se transformó en verde, producto de la creciente población de bora y destacó que también perdió el olor agradable, ahora “huele maluco”.

Rubén y Jean Carlos coincidieron al decir que la presencia de la bora es considerada por los expertos como indicativo de contaminación; además, una calle es lo que separa a la laguna de oxidación de la represa y hay temporadas en que sus aguas se unen.

Más adelante, en la entrada del balneario “Los Barrancones”, al consultar a Néstor Aular señaló que ni loco se da un chapuzón en la represa como lo hacía de niño, porque digan lo que digan “aquí hay contaminación desde Carabobo para acá y eso todo el mundo lo sabe, especialmente los organismos del Gobierno”.

A pesar de esta situación la represa surte de agua hasta a Maracay, pero la gente de El Pao es la más afectada; puntualizó el joven al tiempo que solicitó la intervención del Ministerio del poder popular para el Ambiente “¡salven la represa, paren la contaminación!”.

En este sentido, Mario Martín Vilera manifestó que los pescadores y el pueblo en general siempre han tenido la inquietud y han manifestado a los alcaldes que se investigue el alcance de la contaminación ocasionada por las aguas del Cabriales que descargan en la represa desde hace varios años.

Vilera aseguró que el alcalde anterior y la actual alcaldesa se han movido para resolver el problema; él espera “Dios mediante” que continúe la lucha, porque la situación afecta a todos y considera que todavía están a tiempo de rescatar la represa.

Abordada en su residencia, la alcaldesa del municipio Pao, Marlene Benavente, precisó que la Alcaldía ha establecido mesas de trabajo con la participación de los consejos comunales, autoridades del Min-Ambiente y de Hidrocentro, para coordinar el monitoreo de la represa y mantener informada a la comunidad sobre el resultado del análisis de agua que se realiza de manera constante.

Marlene Benavente señaló que desde hace tiempo descargan el Lago de Valencia hacia la represa, pero hasta ahora Hidrocentro no ha determinado que sus aguas estén contaminadas o que no estén aptas para el consumo humano; incluso informó que la Alcaldía del Pao facilita la embarcación para que los especialistas de la empresa hidrológica realicen los recorridos por el embalse y la toma de muestras para laboratorio.

Benavente hizo hincapié en que no se debe alarmar a la gente y aunque ella no escuchó el anuncio gubernamental de ampliar la descarga de aguas desde Carabobo hacia la represa, manifestó que “es ilógico pensar que el Gobierno quiera sacrificar a El Pao”; ella considera que la decisión que se tomó debe estar basada en estudios técnicos.