La gente no puede olvidar que el trasvase del Cabriales existe desde 1995
Hay que ser serios para abordar
situación de la represa del Pao
*** El tema requiere sentarse a analizar la situación y buscar soluciones técnicas, administrativas y ambientales
Marbel Moreno / Unica
Texto y Fotos
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| Daniel Cardona dijo que la represa hay que analizarla con seriedad |
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| La represa desmejora cada día |
El Pao, 29 de noviembre.- El trasvase de las aguas del río Cabriales y del Lago de Valencia hacia la represa del Pao es cuento viejo que erradamente retoman los políticos en tiempos electorales, cuando éste debe ser un tema a tomar en serio, para sentarse a analizar con sinceridad la situación y buscar soluciones técnicas, administrativas y ambientales.
Así lo expresó el doctor Daniel Cardona, biólogo marino egresado de la Universidad de Oriente a principios de la década de los 80, quien tiene casi 25 años trabajando en el embalse Pao – Cachinche, dedicado a la reproducción y cría de cachamas, en lagunas flotantes.
Si de echar la culpa a alguien de la posible contaminación de la represa se trata, Daniel Cardona recuerda y dijo que la gente no puede olvidar, que en el año 1995 durante el gobierno de Rafael Caldera, comenzó el trasvase del Lago de Valencia hacia la represa del Pao, con la venia del entonces Presidente, presionado por los grupos empresariales y los urbanismos que fueron construidos a orillas del Lago, para los que fueron otorgados permisos de Ingeniería emitidos por instancias de gobiernos locales, regionales y nacionales.
No siempre fue así
Cardona refirió que como la cuenca del río Pao es el Cabriales, en tiempos de invierno estos cauces se unen, para evitarlo hace 25 años cuando el Lago de Valencia se estaba secando, con la intención de mantener su nivel se decidió descargar las aguas del río Cabriales en él, porque a pesar de ser residuales la acción no tendría mayor incidencia, por ser éste salino y con pocas opciones de aprovechamiento.
Pero…
Volvió a crecer y el fenómeno de “El Niño” cambió el panorama con el aumento de las lluvias, entonces el Lago sobrepasó niveles, comenzó a recuperar espacios que habían sido poblados, ocasionando inundaciones, pérdidas humanas y materiales, lo que obligó a cerrar el paso del caudal del río hacia el lago y enviar los excesos de agua nuevamente hacia la represa del Pao.
Por supuesto, en esa época ingenieros, técnicos y especialistas del Ambiente determinaron que antes debían sanearse las aguas para eliminar ciertas cargas, por lo que establecieron la planta de tratamiento “La Mariposa”, que algunas veces funciona bien y otras no.
¿Y ahora?
El problema actual del trasvase es el volumen de agua a descargar que cada vez es mayor y amerita estudiar hacia dónde es más lógico sacarla, porque la represa del Pao no es la única alternativa que existe. Sólo que, como el embalse Pao – Cachinche no tiene descarga de fondo, en el tapón se entrega el agua superficial y de mejor calidad al Pao – La Balsa, lo que ocasiona la sedimentación y profusa materia orgánica, que han cambiado la coloración del espejo de azul a un verde “innovador”, como lo definió Cardona.
A pesar del trabajo realizado por Organizaciones no Gubernamentales (ONG), Ministerio del Ambiente, Hidrocentro y la Alcaldía, entre otros entes, es necesario eliminar vicios y crear un organismo, institución, fundación o llámese como se llame, que se encargue de la conservación y el debido manejo de la represa, del estudio científico del agua y la observación con disciplina durante las 24 horas los 365 días del año, de lo que está pasando desde Carabobo hasta El Pao.
Como factores de la posible contaminación hay que considerar la actividad del hombre alrededor de la cuenca y el trasvase del Cabriales, para determinar cuál ha generado mayor impacto ambiental en el desmejoramiento que ha tenido la represa del Pao desde el año 95 hasta la fecha.
En su opinión personal, partiendo de su formación y experiencia profesional, el biólogo Daniel Cardona considera que la mejor alternativa sin crear diatribas ni enfrentamientos entre sectores, es que no se descarguen las aguas del Lago de Valencia en la represa del Pao.
